jueves, 11 de noviembre de 2010

ANÉCDOTAS:

"UN SHAMPU EN LOS YUNAITES" (U.S.A)

EL FRÍO QUE QUEMA
El mes de febrero, es uno de los meses más fríos en el hemisferio norte.
Era una de esas tantas noches en que yo recién llegado de mi querida Huallanca, tenía que esperar la voluntad de otra persona para poder movilizarme por no contar con movilidad propia o por no conocer; es decir, llamar a un amigo o conocido para que me pueda recoger del trabajo al término de la jornada.

Para mi mala suerte, el horario de trabajo me era complicado ya que salía en la madrugada a eso de las dos o tres de la mañana, cuando el frío estaba en su punto más bajo. Estamos hablando de por lo menos unos 15 a 20 grados bajo cero y con un viento helado que alcanzaba una velocidad de de 40 a 50 kilómetros por hora. Y creo que, ni en los años en que yo vivìa en Huanzalá cuando era niño, había sentido tanto frío como aquí.

Bueno, después de la llamada al amigo, este me dice que le espere en un determinado punto, y así lo hice. Llegando hasta el lugar acordado que era un grifo, estuve esperándolo por más de una hora, y al ver que no llegaba y el frío era insoportable, decidí llamarlo por que pensé que se había quedado dormido ya que aquí en este país el trabajo es muy fuerte.

Si quieres tener un dinerito, pues lo más común aquí es que tengas dos a tres trabajitos, y eso por ende significa un poco más de cansancio aunque no era obligaciòn de venir a recogerme, mas bien todo lo contrario me daba la mano de alguna manera, y yo le estaba muy pero muy agradecido.

Lo triste de esta historia es que aquella vez todavía no estaban de moda los celulares; llamé del teléfono público del grifo para lo cual busqué un sencillito o sea unas moneditas y empecé a marcar el número telefónico de 10 dígitos, cuál sería mi sorpresa que no podía terminar de marcar el número completo, por que el frío quemaba mi mano,intenté unas cuantas veces más, pero era imposible el frío había casi inutilizado mis dedos y no me dejaba marcar....

El final de esta historia los dejo a su imaginaciòn.

·TESTIMONIO FIEL -omitimos su nombre a petición del autor-